Cómo ayudar a tus hijos a enfrentarse a los acosadores

Sara está en su primer año de secundaria. Todos los días, cuando Sara camina por el pasillo del colegio entre sus clases de media mañana, hay un grupo de chicas que se burlan de ella, la empujan o le tiran los libros de los brazos.

Ella se pregunta a diario qué ha hecho para merecer su maldad. Ni siquiera conoce a esas chicas, ya que vienen de una escuela primaria diferente a la suya. Todas las noches se acuesta y llora sólo de pensar que al día siguiente tendrá que encontrarse con esas chicas en el pasillo.

Jeremy solía ser buen amigo de Bill hasta que éste empezó a insultar a Jeremy. Al principio, comenzó como lo que parecía ser Bill tratando de conseguir una risa de los otros chicos de su equipo de fútbol. Se burlaba de Jeremy para que los otros chicos se rieran de él. Ha continuado con su comportamiento durante semanas, pero ha empeorado y ahora Bill llama a Jeremy con nombres hirientes en su práctica de fútbol todos los días. Jeremy está pensando en dejar el fútbol porque la situación se ha agravado mucho.

Renee nació con un defecto congénito. Su brazo está malformado y sólo tiene tres dedos en una mano. Está en su primer año de primaria. Hay un niño en su clase que se burla de su brazo e imita los movimientos de su brazo y su efecto de brazo acortado cada vez que están juntos y un profesor no está mirando. Renee llora en casa después del colegio diciendo que no quiere ir más a la escuela. Sus padres están desconcertados, ya que lleva años pidiendo ir a la escuela. Ahora que tiene la edad suficiente para estar matriculada en la escuela primaria, ya no quiere ir después de un mes de clase. Sus padres no tienen ni idea de cuál es la causa de que esté molesta y no quiera ir a la escuela.

Estos son sólo tres ejemplos de acoso escolar. El acoso puede variar mucho en cuanto a comportamiento y contexto. Los padres deben conocer la diferencia entre «los niños que son niños» y el acoso escolar.

Definición de acoso escolar

El acoso escolar implica un comportamiento repetido que perjudica a otro niño. Por ejemplo, las chicas que se meten continuamente con Sara en el pasillo la acosan tirando sus libros, empujándola y empujando cada día.

Sin embargo, el acoso no siempre es físico. Por ejemplo, en la situación de Jeremy, su compañero de equipo Bill le acosa insultándole repetidamente.

StopBullying.gov es un sitio web sobre el acoso escolar alojado por el gobierno de los Estados Unidos. Este sitio web ofrece una definición clara del acoso escolar, que es la siguiente:[1]

El acoso es un comportamiento no deseado y agresivo entre niños en edad escolar que implica un desequilibrio de poder real o percibido. El comportamiento se repite, o tiene el potencial de repetirse, a lo largo del tiempo. Tanto los niños que son acosados como los que acosan a otros pueden tener problemas graves y duraderos. Para que se considere acoso, el comportamiento debe ser agresivo e incluir [un desequilibrio de poder y repetición].

Desequilibrio de poder: Los niños que intimidan utilizan su poder -como la fuerza física, el acceso a información embarazosa o la popularidad- para controlar o dañar a otros. Los desequilibrios de poder pueden cambiar a lo largo del tiempo y en diferentes situaciones, incluso si se trata de las mismas personas.

Repetición: Los comportamientos de intimidación ocurren más de una vez o tienen el potencial de ocurrir más de una vez. El acoso incluye acciones como hacer amenazas, difundir rumores, atacar a alguien física o verbalmente y excluir a alguien de un grupo a propósito.

El acoso es un comportamiento agresivo, mezquino y/o no deseado que se repite en un niño.

Intervención

El acoso, especialmente en el caso de los niños, requiere una intervención inmediata. Si tu hijo decide repentinamente que ya no quiere ir a la escuela o que quiere dejar una actividad, hay que discutirlo. Siéntese con su hijo y pregúntele qué está pasando en su vida.

Ten compasión, comprensión y cuidado en tus palabras y en tu tono de voz para que tu hijo pueda abrirse a ti. Nunca sabrás si está siendo víctima de acoso escolar si no se abre a ti y te cuenta lo que está ocurriendo en su vida.

Algunos niños no lo cuentan inmediatamente porque se sienten avergonzados por el acoso. Otros no se lo cuentan a sus padres porque tienen miedo del acosador. Les preocupa que si lo cuentan, la ira del acosador pueda empeorar. Esto también debería preocupar a los padres.

Cualquier intervención debe ser eficaz para eliminar la amenaza del acosador. Si informar de la situación hace que el comportamiento del acosador empeore, entonces la intervención ha fracasado.

Hablar con la dirección de la escuela

Los padres deben hablar con los responsables de la escuela, como el profesor, el orientador o el director, cuando se produzca una situación de acoso. Si el acoso se produce en la escuela, hay que informar al personal para que pueda intervenir.

La mayoría de las escuelas tienen políticas y protocolos para manejar a los acosadores. Esto puede incluir la separación de los estudiantes para que no interactúen más.

Por ejemplo, en la situación de Renee, el chico que se burla de su brazo puede ser alejado de la mesa de la escuela que actualmente comparten. Se le trasladaría a un lado separado del aula para que no pudiera comunicarse fácilmente ni burlarse de Renee.

A continuación, el orientador hablaría con el chico sobre cómo sus acciones son hirientes y por qué no debería burlarse de nadie. Es posible que el profesor y el director tengan que aplicar consecuencias, como la expulsión de la clase o la suspensión, que se le comunican al alumno y a sus padres si continúa con su comportamiento.

En muchos casos, eliminar la oportunidad de que los alumnos interactúen es la mejor manera de que cese el acoso. Si el acosador no tiene la oportunidad de interactuar o comunicarse con la víctima, su comportamiento de acoso se detiene. Esta es la razón por la que en muchos casos de acoso los padres deben involucrar a los miembros del personal de la escuela (si está sucediendo en la escuela).

Los padres no pueden controlar dónde se sientan los alumnos en el aula. Sin embargo, la escuela puede cambiar el lugar donde se sientan los alumnos en el aula. Los padres deben hablar con la escuela sobre el acoso para asegurarse de que se realicen las intervenciones adecuadas, incluyendo la separación del acosador de su víctima.

Padres

Los padres son los defensores de sus hijos. Si los padres no se levantan para proteger a sus hijos, ¿quién lo hará? Cuando un niño revela una situación de acoso, los padres deben tomarse la información en serio.

Por desgracia, muchos padres de acosadores no quieren admitir que su hijo es un acosador. Puede parecer y sentirse que han fracasado como padres. Cuando un niño es víctima de acoso, los padres pueden dirigirse a los padres del acosador para que intervengan, pero se les da largas. El padre del acosador puede alegar que es culpa del otro niño, o puede insistir en que su hijo es inocente.

Por ello, la intervención debe producirse en la escuela, si es posible. Los padres deben abogar por la protección de sus hijos, ya que el acoso puede dejar cicatrices mentales y emocionales. Cuanto antes consigan que cese el acoso, mejor.

El acoso escolar puede tener efectos graves

Las víctimas del acoso escolar pueden desarrollar depresión y ansiedad. El acoso continuo puede tener un impacto mental y emocional a largo plazo. El Centro de Recursos para la Prevención del Suicidio cita investigaciones que demuestran que tanto los acosadores como sus víctimas tienen un mayor riesgo de suicidio. [2] En los últimos años, el suicidio ha aumentado entre los adolescentes y preadolescentes. El acoso, incluido el ciberacoso, es una de las principales causas del aumento de los suicidios entre nuestros jóvenes.

Todos los padres deberían tener en cuenta los graves -y a veces incluso mortales- efectos del acoso. Si un niño revela una situación de acoso, que le afecta a él o a otra persona, los padres y los adultos deben intervenir. Las escuelas están preparadas para manejar estas situaciones, con políticas y protocolos. Las consecuencias del acoso pueden ser muy graves, por lo que la mayoría de los centros escolares han adoptado medidas para establecer políticas contra el acoso.

Señales de acoso escolar

No todos los niños se atreven a decir a sus padres que están siendo acosados. Los padres deben estar atentos a los cambios de comportamiento de sus hijos, como la depresión, la ansiedad, la tristeza, la pérdida de interés por las actividades o la escuela, los problemas de sueño, la falta de alimentación, la irritabilidad y el mal humor. Si su hijo muestra alguno de estos comportamientos durante un periodo de dos semanas o más, es el momento de hablar con él sobre lo que está ocurriendo en su vida.

Un padre que sospecha que puede haber acoso escolar puede hablar con su hijo sobre el acoso en general. El padre puede explicar cómo puede ser el acoso, o puede dar un ejemplo que haya ocurrido en su propia vida. Puede explicar que no es culpa de la víctima.

Hazle saber al niño que si ve que otros niños están siendo acosados o si está sufriendo acoso, tiene que contárselo a un adulto (preferiblemente a ti como padre). Cuando el niño crea que contarlo puede ayudar a la situación, es probable que hable de ello.

Cómo ayudar a tus hijos

Si tu hijo sufre acoso, puedes y debes ayudarle. Puede hacerlo no sólo mediante la intervención en la escuela, sino también ayudándoles a afrontar la situación.

El primer paso es hablar: hacer que el niño se abra y hable de lo que está ocurriendo para que usted pueda ayudarle con estrategias para detener el acoso. No puedes ayudarles si no sabes lo que está ocurriendo realmente.

A continuación te ofrecemos otras formas de ayudar a tu hijo que se enfrenta a un acosador:

1. Aconsejarles que eviten al acosador

Si no se exponen al acosador, el acoso suele cesar. A menudo es necesario intervenir en la escuela para que los niños estén separados y no tengan más interacciones.

Si se trata de ciberacoso (por ejemplo, su hijo está siendo acosado en las redes sociales), puede que tenga que bloquear a la persona que le acosa o poner su propia cuenta en espera.

2. Aconséjale que se aleje y no se involucre

A muchos acosadores les gusta la reacción. La reacción de la persona acosada es lo que alimenta su comportamiento. Puede que lo hagan para hacer reír a los demás o para sentir poder sobre otra persona. Si la reacción del acosado desaparece, el acosador puede perder interés.

Debes aconsejar a tus hijos que no se involucren con un acosador. Alejarse sin reaccionar es una buena forma de manejar al acosador.

3. Hazles saber que está bien pedir ayuda

El niño debe sentirse capacitado para pedir ayuda cuando la necesite. Por ejemplo, si Jeremy sigue jugando al fútbol y el entrenador está informado de lo que está ocurriendo y el acoso vuelve a producirse, Jeremy debe decírselo al entrenador.

Puede hacerlo de forma confidencial después del entrenamiento, o puede hablar con el entrenador a un lado durante el entrenamiento si es posible. Si Jeremy necesita una intervención para que Bill se detenga, entonces debe pedir ayuda cuando esto ocurra.

4. Construir su confianza

A menudo, un acosador elige acosar a alguien porque ve a la persona como un objetivo débil o fácil. Otras veces, se meten con un niño porque hay algo en él que es diferente. Reforzar la confianza y la autoestima de tu hijo es importante para ayudarle a prepararse para afrontar el acoso en el futuro.

Por ejemplo, si otro niño se burla del brazo de Renee el año que viene en su nueva clase, ella estará preparada para acallarlo defendiéndose con seguridad y con palabras tranquilas que disuadan al niño de volver a burlarse de ella.

Cada situación es diferente. Pero si tu hijo tiene algo que le hace diferente o que destaca entre los demás, puede estar preparado para manejar mejor la situación si sabe de antemano qué diría a alguien que se mete con él por esta diferencia.

5. Anímales a tener amistades positivas

Los niños y jóvenes necesitan relacionarse con sus compañeros. Esto les ayuda a llevar una vida equilibrada y sana. Un niño sin relaciones con sus compañeros y sin amistades tiene más probabilidades de ser el objetivo de los acosadores.

Anime a su hijo a hacer amigos que sean positivos y amables. Ayude a su hijo a desarrollar también estas habilidades. No se pueden conseguir amigos si no se sabe ser amigo.

Apoye a su hijo

Una de las peores cosas que puede hacer un padre cuando su hijo es víctima de acoso es decir «que se aguante» o «los niños son niños». No tomarse en serio su situación y no ayudarles es fallarles. Los padres deben estar dispuestos no sólo a escuchar a sus hijos y permitirles expresar las cosas abiertamente, sino que también deben estar dispuestos a ayudar a sus hijos.

Si su hijo acude a usted porque está siendo acosado, tómese la situación en serio. Los efectos duraderos del acoso no son algo con lo que quieras lidiar en el futuro. Afronta la situación para que el acoso cese hoy mismo.

Prepárate para tomar medidas serias. Si el director de tu colegio no se toma en serio la situación, pasa al siguiente nivel. Informa al consejo escolar o a los administradores de la escuela sobre lo que está ocurriendo. Mantén los hechos y hazles saber que quieres que el acoso cese inmediatamente.

Si la escuela no toma ninguna medida y el acosador sigue siendo una amenaza para tu hijo, entonces prepárate para retirar a tu hijo de la situación o de la escuela, para que puedas protegerlo de cualquier daño. Por encima de todo, nuestro trabajo como padres es proteger a nuestros hijos.

El acoso no es un caso único de alguien que dice algo malo a su hijo. El acoso es un acto repetido, ya sea físico o verbal, que perjudica a su hijo. No permitas que tu hijo sea perjudicado repetidamente. Una vez que sepas que el acoso está ocurriendo, debe ser detenido inmediatamente a través de intervenciones apropiadas.

Obtenga ayuda adicional si la necesita

Si su hijo ha sido acosado y sufre de depresión, ansiedad u otros trastornos emocionales a causa del acoso, entonces debe obtener ayuda profesional. Puede ir a Psychology Today e introducir su ubicación para encontrar un terapeuta cualificado cerca de usted. Este sitio web le permite buscar por tema y por edad de tratamiento también. Esto puede ayudarle a encontrar un terapeuta cerca de usted que pueda ayudar a su hijo con sus problemas específicos.

Stomp Out Bullying es otro sitio web con apoyo e información adicional sobre el acoso escolar. Ofrecen una línea de chat gratuita para los adolescentes que sufren acoso. Si tu hijo está siendo acosado y necesita apoyo adicional, visita su página web hoy mismo.

Conclusión

El acoso escolar, especialmente en el caso de los niños, es un asunto serio que debe abordarse lo antes posible. Puede provocar daños psicológicos y físicos a largo plazo en tus hijos si no actúas de inmediato. Tu principal función como padre es proteger a tu hijo de cualquier daño. Esta guía puede ayudarte a que tus hijos se enfrenten a los acosadores para alejarlos del peligro.