Cómo ayudar a un adolescente con depresión

No se puede negar que criar a un adolescente es difícil. Pero criar a un adolescente que está deprimido es aún más difícil. La depresión en los adolescentes es una enfermedad mental grave, que puede terminar con graves repercusiones. [1] Sí, la depresión puede ocurrir en cualquier momento, pero en el caso de los adolescentes -que ya se enfrentan a la presión de los compañeros y/o de los padres, a la vez que experimentan cambios hormonales- puede golpear y mucho. Esto hace que muchos padres se pregunten: ¿cómo puedo ayudar a un adolescente con depresión?

Entender la depresión en los adolescentes

Los padres que se enfrentan al estrés de un adolescente deprimido tienen las manos llenas. Para algunos, a veces puede ser difícil diferenciar entre un adolescente que está deprimido y uno que está apropiadamente de mal humor. Con frecuencia, un estado de ánimo melancólico puede ser descartado como «¡Oh, sólo está pasando por la pubertad!» o «Todos los adolescentes sufren de angustia adolescente en algún momento»

Sin embargo, es importante tratar de entender las diferencias. La depresión adolescente es algo serio y no debe considerarse como una especie de debilidad. Por el contrario, debe verse como algo que puede tener consecuencias duraderas. En muchos casos, la depresión adolescente puede aliviarse con medicación y/o terapia de conversación, entre otros métodos.

Dado que no es fácil -como padre normal- diagnosticar la depresión, lo mejor es una evaluación profesional. De esta manera, su hijo adolescente puede ser diagnosticado adecuadamente y recibir la ayuda que necesita.

La depresión en los adolescentes no es algo que se pueda arreglar con un lote de galletas de chocolate o una sopa de pollo caliente. Enterrar la cabeza en la arena y pensar que «lo superarán; sólo necesitan un poco de tiempo» podría retrasar el tratamiento adecuado y empeorar la depresión.

Señales de advertencia de la depresión

La depresión puede afectar radicalmente a la personalidad de tu hijo. Puede notar tristeza, llanto, ira y/o desesperación, sin ninguna explicación lógica. Además, es posible que su hijo adolescente empiece a rebelarse contra su autoridad, contestando cuando antes no lo hacía.

Los adolescentes de todos los ámbitos se ven afectados por la depresión. De hecho, uno de cada cinco adolescentes sufre esta enfermedad mental.[2] Y aunque la depresión es tratable, la mayoría de los chicos que la sufren no reciben la ayuda que necesitan.

Además de proporcionar a su hijo adolescente mucho amor, orientación y apoyo, ¿qué puede hacer usted -como padre- si nota que su hijo adolescente está posiblemente deprimido?

Antes de poder ayudar a su hijo adolescente con depresión, primero tiene que saber cómo detectarla. No es fácil, pero algunos signos pueden darle una buena idea de si su hijo adolescente está sufriendo una depresión o no.

Veamos con más detalle algunos de los signos de advertencia de la depresión.

1. Baja autoestima

Escuche lo que le dice su hijo. Preste mucha atención. ¿Se desprecia a sí mismo? ¿Se está castigando innecesariamente?

Cuando su hijo está deprimido, puede desencadenar e intensificar los sentimientos de fealdad o vergüenza. Puede que empiece a hablar de que es un fracaso o que no se merece el amor. Pueden mencionar lo gordos o feos que son y que no tienen amigos, etc. Esto es una bandera roja que indica una baja autoestima.

2. Abuso de drogas y/o alcohol

Algunos adolescentes, cuando están deprimidos, empiezan a automedicarse para poner fin a su sufrimiento. Pueden encontrar este alivio en forma de drogas y/o alcohol. [3 ] La automedicación puede ser perjudicial y sólo puede empeorar la depresión del adolescente.

Según un artículo de Nancy Schimelpfening, «como el alcohol es fácil de conseguir y socialmente aceptable, es un medio muy popular de automedicación para la depresión. A pesar de que es ilegal que los jóvenes adolescentes compren alcohol, a menudo pueden conseguirlo a través de las licoreras de sus padres, de dependientes sin escrúpulos o de amigos mayores que se lo compran»[4]

El abuso de alcohol y drogas no sólo no libera a los adolescentes de su depresión, sino que la empeora.

3. Adicción a las redes sociales

Tu hijo adolescente puede empezar a depender más de sus teléfonos inteligentes. Esta es una forma en la que sienten que pueden conectarse con otros y sentir que están escapando de sus sentimientos de desesperación. Por desgracia, en lugar de crear vínculos y amigos reales, es el aislamiento lo que se vuelve más significativo de estas relaciones vacías y sin sentido. En lugar de sentirse mejor, la depresión del adolescente se intensificará.

Según un estudio, se ha establecido una relación entre «el uso de las redes sociales con la depresión, la ansiedad, una peor calidad del sueño, una menor autoestima, la falta de atención y la hiperactividad, a menudo en adolescentes»[5]

4, Dificultades académicas

Si su hijo adolescente solía ser un buen estudiante pero ahora empieza a faltar a clase, a mostrar frustración y a carecer de la energía necesaria para evitar que las buenas notas anteriores caigan hasta convertirse en notas mediocres o de suspenso, esta es una gran señal a la que hay que prestar atención.

Según Paradigm Treatment, «existe una clara relación entre la depresión adolescente y el rendimiento escolar del adolescente. De hecho, las calificaciones más bajas pueden ser el primer signo notable de depresión»[6]

5. Comportamiento impulsivo y descuidado

Si tu hijo adolescente está deprimido, puede empezar a tener un comportamiento impulsivo y descuidado que podría ponerlo en peligro. Esto es muy grave, por lo que si hay signos de imprudencia visibles, hay que abordarlos inmediatamente. Los comportamientos arriesgados pueden incluir beber y conducir, sexo inseguro, autolesiones, ideas de suicidio, etc.

6. Huir

Huir es un fuerte grito de ayuda. Su adolescente puede sentirse tan atrapado e impotente que huir, en su mente, se convierte en la única manera de alejarse de sí mismo. Están intentando escapar de algo que no puede ser escapado: sus mentes.

Huir puede acarrear numerosos problemas a su hijo. Si nota alguna de las señales anteriores, puede abrir un diálogo sobre cómo se siente. Tal vez empiece preguntando: «¿Alguna vez te has sentido tan mal que has querido simplemente huir de todo?»

7. Comportamiento violento

A veces -y esto ocurre más con los chicos que con las chicas- hay signos de agresividad y violencia. Si tu hijo adolescente nunca fue violento pero de repente empieza a mostrar signos de agresividad, hay que tomar las medidas oportunas.[7]

8. Ideación o intento de suicidio

Esto es quizás lo más urgente. Si su hijo habla -incluso bromeando- sobre el suicidio, tómelo en serio. Es necesaria una intervención inmediata. Por supuesto, si ya ha habido un intento, las cartas están sobre la mesa. La ayuda terapéutica con posibles medicamentos puede ser la solución o, al menos, un paso en la dirección correcta.

Se puede creer que hablar del suicidio hará que se produzca. No es así. De hecho, hablar del suicidio ayudará a su hijo a reconocer que hay un problema grave y que está bien pedir ayuda.

Otras señales de advertencia

La depresión adolescente puede tener consecuencias de gran alcance. Cuanto más preparado esté usted como padre para detectar las primeras señales de advertencia, mejor. Si aborda los síntomas con prontitud, podrá proporcionarles la ayuda necesaria.

He aquí algunos signos adicionales a los que hay que prestar atención:

  • Pérdida de interés en las actividades que antes le gustaban: Si su hijo era activo y participaba en deportes u otras actividades de grupo y ahora ya no muestra ningún interés, entonces es algo a lo que debe prestar atención.
  • Cambios visibles en los hábitos alimenticios o de sueño: Si tu hijo adolescente come demasiado o no come lo suficiente, hay un problema en ciernes. Lo mismo ocurre con el sueño. Si notas que duerme demasiado o muy poco, toma medidas.
  • Llanto frecuente: Si tu hijo empieza a llorar con frecuencia sin motivo aparente, también hay que actuar.
  • Sentimientos de tristeza o desesperanza: Lo más probable es que un adolescente deprimido se sienta triste y desesperanzado. Tendrá una actitud apática. Si no se aborda, esto podría conducir a la ideación de suicidio o a un intento de suicidio real.
  • Alejamiento de los amigos y la familia: Tal vez su adolescente era muy sociable, y antes participaba con sus amigos y su familia. Ahora, usted nota que está retraído y que se aleja de las actividades sociales.

Factores que causan la depresión en los adolescentes

Quizá se pregunte qué causa la depresión en los adolescentes. Nadie puede decir exactamente qué causa la depresión, pero se han identificado varios factores.

Según Kathryn Rudlin, LCSW, estos son:[8]

  • La química del cerebro: Los neurotransmisores son sustancias químicas naturales del cerebro que llevan señales a otras partes del cerebro y del cuerpo. Cuando estas sustancias químicas son anormales o están deterioradas, la función de los receptores nerviosos y los sistemas nerviosos cambia, lo que conduce a la depresión.
  • Hormonas: Los cambios en el equilibrio hormonal del cuerpo pueden estar implicados en la causa o el desencadenamiento de la depresión.
  • Rasgos heredados: La depresión es más frecuente en personas cuyos parientes consanguíneos -como un padre o un abuelo- también padecen la enfermedad.
  • Traumatismo en la primera infancia: Los acontecimientos traumáticos durante la infancia, como el abuso físico o emocional o la pérdida de uno de los padres, pueden causar cambios en el cerebro que hacen que una persona sea más susceptible a la depresión.
  • Patrones aprendidos de pensamiento negativo: La depresión en la adolescencia puede estar relacionada con el aprendizaje de la sensación de impotencia, en lugar de aprender a sentirse capaz de encontrar soluciones para los desafíos de la vida.

Qué hacer cuando su hijo adolescente está deprimido

Ha leído la lista anterior y está bastante seguro de que su hijo adolescente está deprimido. ¿Y ahora qué? He aquí algunas cosas que puede hacer para ayudar a su hijo adolescente con la depresión.

1. Hable con su hijo

Averigüe todo lo posible haciendo muchas preguntas. Por ejemplo: «He notado que tu trabajo escolar se está resintiendo. ¿Quieres hablar de ello?» o «Me preocupa que hayas pasado mucho tiempo en tu habitación y no hayas salido con tus amigos? ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?»

Al abrir un diálogo, vas a obtener información importante que puede ayudarte a poner lo que ha estado sucediendo en algún tipo de contexto.

2. Lleve a su hijo a un profesional de la salud mental

Puede que esté o no en el camino correcto al sospechar que su hijo adolescente está deprimido. Como he mencionado, a veces es difícil descifrar el estado de ánimo de su hijo. Por eso, un profesional -un terapeuta, un psiquiatra o un médico- puede confirmar o disipar sus sospechas y orientarle en la dirección correcta para que su hijo reciba ayuda o decirle que no pierda de vista las cosas y le dé un poco más de tiempo.

3. Explique sus motivos de preocupación.

Puede expresar a su hijo adolescente sus preocupaciones y las razones por las que las tiene. Por ejemplo, podría decir: «Me preocupa que puedas estar deprimido. He aquí el motivo…» A continuación, enumera las razones. Además, puede decir: «Si te sientes deprimido, sólo quiero que sepas que hay ayuda ahí fuera»

Poner palabras a lo que siente tu hijo adolescente validará su experiencia. A menudo, tener palabras para nuestras experiencias puede ser un gran alivio.

4. Considere los medicamentos

La medicación adecuada puede ayudar mucho a aliviar la depresión de su hijo. También puede explicar que la depresión no es algo de lo que haya que avergonzarse; puede ocurrirle a cualquiera. Y con la ayuda adecuada, todo puede volver a estar bien con el mundo.

Nota: Aunque los medicamentos pueden ayudar mucho, hay que ser muy consciente de sus posibles efectos secundarios, si es que los hay. A veces, la solución tiene un precio. Debes asegurarte de hablar con tu médico y asegurarte de que el precio no es demasiado alto.

5. Psicoterapia

Hay dos enfoques terapéuticos (entre muchos otros) que parecen ayudar realmente con la depresión adolescente: La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia interpersonal (TPI).

La TCC se ocupa de los pensamientos, los sentimientos y las conductas, mientras que la TPI se centra en las relaciones sociales y los problemas de comunicación.[9][10]

6. Ajustes en el estilo de vida

La incorporación de cambios en el estilo de vida de tu hijo adolescente podría marcar una gran diferencia a la hora de ayudarlo con la depresión. Por ejemplo, asegúrate de que esté recibiendo la nutrición adecuada y elimina la comida chatarra en la medida de lo posible. Implementa un horario de sueño. Dormir lo suficiente es crucial para cualquier persona, pero para un adolescente deprimido puede suponer toda la diferencia del mundo.

Si es posible, saque a su hijo al aire libre. Tomar el sol y realizar alguna actividad física puede aliviar la depresión. De hecho, hay terapias de tipo experiencial que incorporan la danza, el arte, la música, el senderismo, el boxeo, etc., que también son realmente útiles.

7. Acuda a sus amigos y familiares

Tal vez haya un buen amigo con el que pueda ponerse en contacto o un miembro de la familia al que su hijo adolescente se sienta cercano. Conseguir que se involucren puede ser un paso muy positivo. Su presencia puede crear una sensación de normalidad y ayudar con sus sentimientos de aislamiento.

Como padre, debe participar en el proceso de su hijo. Una vez que se determine que su adolescente está realmente deprimido, su participación continua hará que las cosas sigan avanzando y se encaminen a conseguir la ayuda necesaria.

Sea el defensor de su hijo

8. Terapia de grupo

Disponer de un lugar seguro y estructurado para tratar los problemas con los compañeros -dirigido por un profesional capacitado y cariñoso- crea la oportunidad de obtener una visión de su situación y de aprender e incorporar nuevas estrategias de vida. Es una gran ayuda contar con el apoyo de compañeros que están experimentando sentimientos similares. Elimina la soledad y la idea de que son los únicos que sufren.

Conclusión

A pesar de la gravedad de la depresión, es muy tratable. Las directrices anteriores le ayudarán a identificar la depresión antes que después, lo que dará a su hijo adolescente la mejor oportunidad de recuperarse.

Manténgase activo en la vida de su hijo. Sea cual sea el curso de acción que se tome, asegúrese de seguirlo. Esta es la mejor oportunidad para obtener los mejores resultados para su adolescente.

Saber cómo ayudar a un adolescente con depresión no es una tarea fácil. Se necesita mucha paciencia. Cada pequeño paso positivo debe celebrarse, y cualquier contratiempo, visto sólo como eso, un contratiempo, no debe confundirse con el fracaso.

Como padre con un adolescente deprimido, puede sentirse bastante agotado. Se necesita mucha energía para dar a su hijo la ayuda que necesita; por eso es importante el autocuidado. Si no tiene energía, ¿cómo va a poder ayudar a su hijo? Los sentimientos de frustración, desesperación, rechazo, agotamiento, etc., pueden parecer golpes fuertes. Pero tómatelos con calma. Nada es eterno.

Tú y tu adolescente podéis superar esta fase tan complicada de la vida. Las herramientas están siempre disponibles. Utilízalas

Y recuerda mantener el amor fluyendo. Eso puede ayudar mucho a sanar un alma.