Cuánto tiempo de pantalla deben tener los niños

El temido debate sobre el tiempo de pantalla puede parecer una batalla interminable. Los niños quieren más, pero los padres quieren que tengan menos. La tecnología está tan presente en nuestras vidas que es casi imposible evitarla. Ahora dependemos de ella para el aprendizaje y la interacción social, no sólo para la diversión.

Puede ser difícil encontrar el equilibrio adecuado o incluso saber lo que es «equilibrado». La negatividad que rodea a los niños y al tiempo frente a la pantalla aumenta la culpa y la incertidumbre. ¿Cuánto es demasiado? ¿En qué momento es perjudicial?

Tal vez sea el momento de recibir una buena noticia que podría ayudar a tranquilizar tu mente. Nuevos estudios demuestran que la tecnología podría no ser tan mala para tus hijos como se pensaba inicialmente, y que lo que realmente cuenta es la calidad -y no la cantidad- del tiempo frente a la pantalla.

¿Qué sabemos sobre los efectos del tiempo de pantalla en los niños?

Los padres no están solos, porque incluso los científicos están divididos sobre este tema. Podría parecer que hay solidaridad en el tema, pero no es así. [1] Muchos psicólogos no están de acuerdo con las conclusiones extraídas de los estudios disponibles.

¿Por qué? La investigación no ha sido lo suficientemente amplia, los resultados son contradictorios y hay pocas pruebas de que el tiempo de pantalla sea la causa real de los problemas mentales y de comportamiento.[2]

Falta de investigación

La tecnología es relativamente nueva. No ha habido tiempo suficiente para realizar estudios concluyentes a largo plazo. Por desgracia, el tiempo no es el único problema. Es difícil encontrar padres que permitan seis horas diarias de pantalla obligatorias o, por ejemplo, ninguna, durante un periodo prolongado.

También hay otros problemas. Gran parte de las investigaciones son correlativas, transversales o se basan en autoinformes. Los estudios se basan en las observaciones y los sentimientos de los padres y los niños, lo que conlleva un mayor riesgo de que los datos sean sesgados.[3]

Resultados contradictorios y nueva información

¿Cuántas veces ha escuchado que el tiempo de pantalla puede interrumpir el sueño de un niño? ¿O que demasiado tiempo de pantalla puede hacer que su hijo esté de mal humor o deprimido? Aunque se basan en estudios anteriores y se aceptan como verdad, los investigadores están llegando ahora a otras conclusiones.

¿En qué medida se ven realmente afectados el estado de ánimo y el sueño de un niño?

Un estudio reciente descubrió que la interrupción del sueño en los niños es mínima: sólo 3 a 8 minutos menos por hora de pantalla.[4]. Algunos niños pueden ser más sensibles que otros, así que sepa lo que su hijo puede soportar. El uso de un bloqueador de luz azul puede ayudar, junto con la reducción del tiempo de pantalla una hora antes de acostarse. En general, es más beneficioso centrarse en una rutina a la hora de acostarse y en una hora de despertarse constante.

¿Y los efectos sobre el estado de ánimo? Según un estudio, se necesitan más de cinco horas de tiempo de pantalla basado en dispositivos antes de que los cuidadores o los padres noten un aumento en el funcionamiento psicosocial.[5]

¿Causa depresión y ansiedad?

También se cuestiona la relación entre el tiempo de pantalla y la salud mental de los niños o adolescentes. Los estudios no han producido resultados consistentes y no muestran una relación causal, lo que hace que los investigadores cuestionen la correlación. [6][7]

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Del mismo modo, ¿un adolescente tiene problemas de salud mental por pasar demasiado tiempo frente a la pantalla? ¿O es el niño el que pasa más tiempo frente a la pantalla debido a sus problemas de salud mental? La correlación no significa causalidad. Los niños que padecen depresión y ansiedad podrían simplemente ser más propensos a utilizar en exceso sus teléfonos.[8]

Por qué la calidad sobre la cantidad es el nuevo enfoque

El tiempo frente a la pantalla a menudo se agrupa en una categoría, pero los investigadores están descubriendo que no todo es igual. El tema es más profundo que un simple «bueno» o «malo»

Piensa en ello como en la comida. No todos los alimentos afectan al cuerpo de la misma manera. Algunos son muy beneficiosos, otros sólo un poco, y algunos son perjudiciales o incluso dañinos.

También hay que tener en cuenta el tiempo. Comer unas galletas un día es diferente a comer unas galletas varias veces al día, todos los días, durante años. Los efectos a corto plazo no son tan preocupantes como los cambios a largo plazo que pueden producirse.[9]

Entonces, ¿qué tipo de tiempo de pantalla es la opción «más saludable»? Se divide en dos categorías: activa y pasiva.[10]

Tiempo de pantalla activo

Los programas y juegos interactivos hacen participar al cerebro y hacen que el niño piense. Pueden ser videojuegos, vídeos, chats, aplicaciones de aprendizaje activo o cualquier cosa que fomente el pensamiento, la creatividad y la capacidad de resolver problemas.

Tiempo de pantalla pasivo

Se trata del tiempo de inactividad en el que el niño «vegeta» haciendo cosas como desplazarse por las redes sociales y ver programas o películas. Estas cosas pueden disfrutarse de vez en cuando, pero deben hacerse con moderación. Es este tiempo de pantalla pasivo el que puede afectar negativamente a los niños.[11]

No siempre es blanco o negro

Esto lo hace fácil, ¿verdad? No. Es más fácil tomar decisiones basándose en si el tiempo de pantalla es activo o pasivo, pero la cosa no acaba ahí. A veces, un juego o un vídeo puede parecer educativo pero ofrecer poco valor.

Del mismo modo, algo puede parecer tiempo de inactividad pero ser altamente educativo. Navegar por este complejo tema es imposible sin tener en cuenta la calidad, pero se necesita determinación y tiempo para profundizar.[12]

Los sorprendentes beneficios del tiempo de pantalla para los niños

Los niños están rodeados de tecnología y están obligados a interactuar con ella, a pesar de la atención negativa que despierta. Ser consciente de los aspectos positivos puede ayudarles a encontrar el equilibrio. ¿Cuáles son algunas de las formas en que los niños se benefician del tiempo de pantalla activo?

Videojuegos

Los videojuegos tienen mala fama y a menudo se consideran una pérdida de tiempo, pero pueden entrar en la categoría de activos. Los beneficios varían según el videojuego, pero la mayoría se asocian a lo siguiente

  • Procesamiento visual
  • Atención
  • Coordinación mano-ojo
  • Procesamiento espacial
  • Resolución de problemas
  • Creatividad
  • Autodirección
  • Interacción social
  • Descubrimiento

Programas educativos

Algunos programas pueden ser comercializados como educativos pero se quedan cortos en la realidad. Sin embargo, la mayoría se esfuerza por ofrecer contenidos de calidad para los niños y ayudarles en lo siguiente:[13]

  • Alfabetización
  • Reconocimiento de colores, números y letras
  • La imaginación
  • Desarrollo del carácter
  • Exposición a lugares y culturas

El uso de la tecnología también puede ayudar a los niños a adquirir conocimientos tecnológicos, una habilidad inestimable para el futuro. Los niños se adaptan mejor a las cosas nuevas. Crecer con la tecnología les da la oportunidad de familiarizarse con ella mientras aprenden a autorregularse.

Cuando el tiempo de pantalla activo no es suficiente

Los niños menores de dos años necesitan algo más que juegos y vídeos interactivos. Sus habilidades simbólicas, de memoria y de atención no son lo suficientemente maduras como para aprender de los medios digitales. Son incapaces de transferir lo que aparece en la pantalla a la vida real. A esta edad, las habilidades cognitivas, lingüísticas, motoras, sociales y emocionales del niño se desarrollan a través de las interacciones personales y el juego práctico.

Esto no significa que los niños pequeños no deban tener nunca tiempo de pantalla, sino que debe ser el mínimo posible y utilizarse como tiempo de conexión. [14][15]

El impacto negativo del tiempo de pantalla

Por supuesto, tiene que haber un equilibrio. Aunque el tiempo frente a la pantalla no sea malo, hay que tener en cuenta muchos problemas potenciales. A menudo, los aspectos negativos se enumeran como si estuvieran solos, cuando suelen ser síntomas de problemas subyacentes.

¿Cuál es uno de los mayores problemas? El tiempo de pantalla nos aleja de las actividades de la vida real.

La obesidad, el mal humor, la falta de sueño y la falta de concentración se convierten en problemas cuando el tiempo de pantalla sustituye a los hábitos y actividades saludables. Lo peligroso no es la tecnología, sino lo que permitimos que sustituya. Los niños son menos activos, se quedan despiertos hasta demasiado tarde y se distraen por ello. Los adultos también son culpables de esto.

Sin embargo, los padres no deberían desechar los consejos actuales sobre el tiempo de pantalla. Es demasiado pronto para conocer los efectos a largo plazo, pero la moderación es sabia. Hay que animar a los niños a jugar, a ser activos e incluso a aburrirse. El aburrimiento es un precursor de la creatividad.

«Tenemos que ser lo suficientemente flexibles para evolucionar con la tecnología, pero elegir cómo utilizarla correctamente. El fuego fue un gran descubrimiento para cocinar nuestra comida, pero tuvimos que aprender que también podía herir y matar», afirma Michael Rich, director del Centro de Medios de Comunicación y Salud Infantil del Hospital Infantil de Boston, profesor asociado de pediatría en el HMS y profesor asociado de ciencias sociales y del comportamiento en la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.[16]

Los niños y los adolescentes pueden aprender a autorregularse prestando atención a cómo se sienten. Todo el mundo puede aprender a «desconectar» haciendo un inventario de su tiempo, centrándose en los objetivos y encontrando aventuras en la vida real.

Qué hacer cuando crees que hay una adicción

¿Se enfada su hijo cuando intenta quitarle la tableta o el teléfono? ¿Su hijo quiere usarlo a menudo y parece preferirlo? No se preocupe. Eso no significa que haya una adicción. Puede ser una cuestión de frustración.

A los niños, como a los adultos, les puede costar cambiar de tareas repentinamente. Las interrupciones pueden ser molestas, así que deja que tu hijo se tranquilice. Déle un «aviso» de cinco o diez minutos de que el tiempo está a punto de acabarse. Hable con él y sáquelo de su «zona» para facilitar la transición.

¿Y si eso no funciona? ¿Y si el tiempo de pantalla empieza a causar problemas más importantes?

8 signos de trastorno por dependencia de las pantallas

Naturalmente, la adicción es una preocupación para los padres cuando ven a sus hijos mirar sin sentido a una pantalla y se enfadan cuando llega el momento de apagarla. Si crees que tu hijo lucha contra el control, esto es lo que debes buscar, según Neurohealth Associates:[17]

  • Preocupación
  • Retirada
  • Aumento de la tolerancia
  • No consigue reducir o detener el tiempo de pantalla
  • Pérdida de otros intereses
  • Continúa a pesar de las consecuencias negativas
  • Mentir sobre el consumo
  • Utiliza para escapar de estados de ánimo adversos

El trastorno por dependencia de las pantallas y la salud de su hijo

Este trastorno puede afectar negativamente a la salud de su hijo, tanto a corto como a largo plazo. ¿Cuáles son algunos de los problemas que puede causar?

Problemas de salud a corto plazo

  • insomnio
  • dolor de espalda
  • aumento o pérdida de peso
  • problemas de visión
  • dolores de cabeza
  • ansiedad
  • deshonestidad
  • sentimientos de culpa y soledad
  • agresividad

Problemas de salud a largo plazo

Cuando se es adicto, el cerebro de un niño pierde con el tiempo tejido en el lóbulo frontal, el cuerpo estriado y la ínsula. ¿Cómo afecta esto específicamente al comportamiento y al crecimiento? Esta pérdida de tejido puede hacer que el niño tenga problemas de

  • La planificación y la organización
  • Suprimir impulsos socialmente inaceptables
  • Desarrollar la compasión y la empatía
  • Hablar

7 pasos para ayudar a romper el ciclo del tiempo de pantalla

La adicción real es rara, pero probablemente habrá un momento en que su hijo necesite una desintoxicación. [18] Puede que decida que hay que reducir el tiempo de pantalla en general, o que todos necesitan un descanso. ¿Cómo puedes facilitar esta transición? Después de todo, nadie quiere un drama innecesario.[19]

  1. Crea un plan. Habla con tu(s) hijo(s), discute sus preocupaciones y obtén la opinión de todos.
  2. Elige una fecha de inicio. Fija una fecha futura, dando tiempo a los niños para que acepten el plan.
  3. Haz una lista de cosas alternativas para hacer. Prepárate para el inevitable «me aburro» Las papeleras con juguetes, juegos, manualidades y libros pueden fomentar el juego.
  4. Mantén los dispositivos fuera de la vista. Habrá menos tentaciones si están fuera de la vista.
  5. Juega con tu hijo. Algunos niños necesitan un estímulo, y su participación hará que quieran jugar aún más.
  6. Sé un buen modelo de conducta. Los niños imitarán su comportamiento, así que limite su propio tiempo frente a la pantalla.
  7. Cree nuevas rutinas. Los niños suelen utilizar el tiempo de pantalla por costumbre. Descubra los momentos en los que su hijo es más propenso a utilizarla y ayúdele a llenar ese espacio con otra cosa.

Cómo encontrar un equilibrio adecuado para su familia

Las familias son diferentes, así que lo que funciona para una no necesariamente funcionará para la otra. No sientas que tienes que basar tus pautas en lo que hacen los demás. Tú conoces a tus hijos mejor que nadie.

Aquí tienes algunos consejos para encontrar el equilibrio adecuado. Recuerda que probablemente tendrás que hacer ajustes a medida que tus hijos crezcan.

  • Implícate. Los niños aprenden más cuando sus padres o cuidadores participan activamente con ellos durante el tiempo de pantalla. Es una forma estupenda de conectar con tu hijo. Además, usted sabrá lo que están viendo y jugando, lo que le dará una mejor visión y control.
  • Establece zonas y horarios libres de tecnología. Puede ser mientras come, antes de acostarse o después del colegio. Busca momentos y lugares específicos en los que no esté permitido el tiempo de pantalla. Elige lo que mejor se adapte a los horarios de tu familia.
  • Evita la multitarea. Forzar al cerebro a hacer varias cosas a la vez da como resultado un trabajo de baja calidad. Anime a los niños a concentrarse en una sola cosa a la vez.
  • Enséñele a tomar conciencia y a autorregularse. Enseñe a su hijo la diferencia entre el tiempo de pantalla activo y el pasivo. Ayúdele a ser consciente de sus sentimientos mientras juega o ve programas.
  • Déle un poco de control. Parece contrario a la intuición, pero esto les enseñará a ser responsables y disminuirá la sensación de que el tiempo de pantalla es «especial» Si se utiliza como una recompensa o un capricho, los niños sólo lo querrán más. [Normaliza el tiempo frente a la pantalla y los niños se aburrirán de ella después de un tiempo.
  • Busca el consejo de un experto. Muchos recursos útiles pueden ayudarte a establecer un plan para tu familia.[ 21] Conoce las políticas actuales y las recomendaciones de pediatras y psicólogos.[22]

Recuerda que nadie conoce a tu hijo como tú. El equilibrio y el control surgirán de forma natural si das un buen ejemplo, te involucras y encuentras actividades familiares alternativas.